El otro día viajaba en el 68 con destino a mi casa y yendo para el fondo del colectivo veo a lo lejos plata en el suelo.
Me acerco un poco más y me siento en un asiento vacío muy cercano al billete.
El de al lado mío también lo ve.
Ambos notamos eso y no nos animamos a agarrarlo.
El viaje transcurría y el billete seguía ahí.
Era un billete de $50.
Estaba a pocas cuadras de bajarme.
Pensé bastante que hacer.
No me animaba a agarrarlo y volver a sentarme como si nada así que decidí que como estaba muy cerca de la puerta, antes de bajar lo agarraba y salía rápido.
También ya tenía decidido dárselo a un vagabundo del barrio que siempre está en la esquina de Cabildo y Zabala.
Me estoy por parar a tocar el timbre y sube una piba de aproximadamente 20 años.
Ve el billete y lo agarra.
Mira a su alrededor para chequear que no haya alguien con un cartel que diga "soy el dueño de los $50" y lo guarda en su bolsillo.
Llega mi turno de bajar.
Tomé coraje y le dije:
"Regalalo, te vi que lo agarraste y no son tuyos!"
Se asustó, me los ofreció y le volví a decir que los done a alguien que los necesite.
La mire fijo y serio (como miraba Sarmiento en el billete) y me bajé.
No se como termina la historia porque jamás voy a saber que hizo la chica.
Ojalá haya hecho algo bueno con esos $50 que no eran míos ni de nadie.
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